AIDS in Asia por Zoriah |
Si mañana, cuando el cielo mude en luto, sostengo la piel clara de tu mano y la llevo hacia mi pecho vencido... prométeme que atusarás mis cabellos, prométeme que no querrás sentir mis latidos.
Si te hablo, si te observo mientras permances impasible ante mí, y se fuga un tequiero... prométeme que responderás con silencio. Júrame que se lo tragaràn los muros de piedra, que perecerá diluido, asfixiado.
Promete que estarás aquí, entre yo y ella, y dejarás que todo sea noche y frío cuando ella lo quiera. Que olvidarás todo lo que me ha hecho humana: las lágrimas; el escalofrío, si era tu mano la que flirteaba con mi espalda; aquella sonrisa; los ojos vidriosos de pura emoción... prométeme que me recordarás como polvo, no como piel.
Escúchame por última vez, por favor. No hagas que desee quedarme. No perturbes mi mente vencida. No desplaces al olvido que ahora ya casi me abraza. Prométeme que serás silencio, que seré silencio, que sólo habrá frío.
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